4 minutos
La traducción literal de Baby-led weaning (BLW) sería “destete dirigido por el bebé”. Este término se refiere a la etapa en que el bebé no sólo se alimenta de leche (materna o de fórmula) sino que inicia la alimentación complementaria. Así pues, el BLW es una alimentación complementaria dirigida por el bebé (1).
Desde 2018 guías alimentarias como la de la Asociación Española de Pediatría (2)(“Recomendaciones de la AEP sobre alimentación complementaria”), de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid (3) (“Recomendaciones dietético nutricionales para lactantes de 6-12 meses”) y de la Agencia de Salud Pública de la Generalitat de Catalunya (4) (“La alimentación saludable en la primera infancia”, descargable en castellano) adoptaron el término Baby-led weaning como “alimentación guiada o autorregulada por el bebé”, “alimentación dirigida por el bebé” o “alimentación complementaria a demanda”, respectivamente.
En 2002, la Organización Mundial de la Salud recomendó que la edad para comenzar la alimentación complementaria se cambiara de 4 a 6 meses de edad a 6 meses. A los 6 meses de edad la mayoría de los bebés han desarrollado suficientes habilidades motoras para poder alimentarse por sí mismos, en lugar de necesitar ser alimentados por un adulto mediante triturados (5).
Pero un año antes, una health visitor (matrona y enfermera) del Reino Unido, tras años observando cómo se forzaba a los bebés a tomar papillas, desarrolló la teoría de una alimentación a base de sólidos guiada por el propio bebé. Había nacido la alimentación complementaria a demanda o Baby-Led Weaning, y su creadora fue Gill Rapley.
En la lactancia materna la madre sabe cuándo su bebé quiere comer (lo que en inglés equivaldría al Baby-led breastfeeding (6) porque la criatura hace gestos de búsqueda, y cuando está saciada, deja el pecho por sí sola. Así sabemos que las criaturas que amamantan aprenden a regular la cantidad que comen en función de sus necesidades (autorregulación). En este mismo sistema se basa el BLW: la alimentación a demanda, no impuesta por la persona cuidadora. La criatura participa en las comidas familiares (que deberían ser saludables y nutritivas), continuando con la lactancia a demanda, también. La lactancia materna va variando en sabor a lo largo del tiempo y eso provoca que los bebés que toman el pecho estén familiarizados a los cambios de sabor (7).
Si como profesional de la salud quieres saber más y formarte en BLW, te animamos a que te descargues la actividad formativa sobre BLW (gratuito para profesionales de la salud) que os ofrecemos. Encontrarás información basada en evidencia científica y herramientas que pueden ser de ayuda a tus pacientes.
24 Julio 2024
3 minutos
Las necesidades de agua son variables para cada persona, en función de la edad, si sufre alguna patología, los hábitos alimentarios, la actividad física que realice, las condiciones de temperatura y humedad ambiental, etc (1).
La deshidratación se debe a la pérdida excesiva de agua y otros líquidos para el funcionamiento saludable del cuerpo. La sed no es un indicador fiable de la necesidad de ingerir líquidos, ya que aparece cuando el sujeto se encuentra levemente deshidratado. Por lo tanto, para garantizar una correcta hidratación, el individuo se debe anticipar a las necesidades del cuerpo y no esperar ...
15 Enero 2024
6 minutos
A partir de los 6 meses, la criatura ya empieza a incorporar alimentos (sólidos, en el caso del BLW) en su dieta, aunque continúa con lactancia a demanda. Esos alimentos hay que manipularlos en origen (compra, recogida en huerto, etc.), transporte, almacenamiento y preparación, antes de que se los ofrezcamos en el plato adaptado. En esa secuencia de tiempo hay que vigilar que se cumplan unas adecuadas condiciones higiénico y sanitarias para que nuestro bebé crezca saludablemente y sin eventos patológicos como una diarrea (1).
Pautas que debemos seguir:
La criatura continuará con lactancia a demanda, con tomas ...